l panorama del capital de riesgo (VC) en América Latina ha experimentado fluctuaciones significativas en los últimos años, reflejando tendencias globales y factores económicos específicos de la región. Comprender estas dinámicas otorga una ventaja estratégica a los fundadores de startups, permitiéndoles navegar con mayor eficacia en el ecosistema de financiamiento.
El año 2021 marcó un hito en la industria del VC en América Latina, registrando niveles récord de inversión. Sin embargo, desde 2022 se ha observado una tendencia a la baja que se extiende hasta 2024, lo que comúnmente se denomina como "invierno de inversión". CUANTICO VC identifica dos causas principales para este fenómeno:
En primer lugar, es crucial entender que la economía global venía de un período de prosperidad caracterizado por una alta oferta monetaria y fácil acceso al dinero. Este contexto se puede evaluar a través de las tasas de interés de los bancos, que se mantuvieron históricamente bajas durante varios años. En segundo lugar, es importante reconocer que las startups operan dentro de una industria de financiamiento, funcionando como activos de inversión, especialmente en el mercado estadounidense. La pregunta clave aquí es por qué Estados Unidos juega un papel tan crucial. La respuesta radica en la concentración de fondos VC: de los aproximadamente 30,000 fondos VC que existen a nivel global, alrededor del 50% se concentra en Estados Unidos. Este país ha sido pionero en el desarrollo de esta industria desde la década de 1970, lo que explica su dominio en el sector.
Considerando estos factores, el ciclo económico de Estados Unidos se vuelve vital para comprender las tendencias de inversión en startups latinoamericanas. Las fluctuaciones en las tasas de interés, las políticas monetarias y la salud general de la economía estadounidense tienen un impacto directo en la disponibilidad de capital de riesgo a nivel global, incluyendo América Latina.
El escenario económico actual, con tasas de interés elevadas, ha transformado significativamente el panorama de inversiones, afectando directamente al mercado de capital de riesgo (VC) y startups. Tomando como referencia el 31 de enero de 2024, con tasas de interés bancarias en torno al 6%, se ha producido un cambio notable en las preferencias de los inversores.
Este aumento en las tasas de interés ha hecho que los activos de inversión tradicionales y de menor riesgo se vuelvan más atractivos. Cuando las tasas estaban en niveles históricamente bajos, cercanos al 1%, los inversores se veían obligados a buscar rendimientos en opciones de mayor riesgo, como las startups.
Esta situación, aunque circunstancial y fuera del control directo del mercado de fondos VC, se ve agravada por un segundo factor crucial: la sobrevaloración de las startups a nivel internacional entre 2016 y 2021. Durante este período, las valoraciones de las startups experimentaron un aumento desproporcionado, llegando a quintuplicarse sin una justificación sólida basada en fundamentos económicos o de rendimiento.
Este fenómeno de sobrevaloración se atribuye principalmente al aumento de la disponibilidad de capital y a la dinámica de oferta y demanda en el mercado. A medida que más dinero fluía hacia el ecosistema de startups, las valoraciones comenzaron a inflarse, creando una burbuja en el sector. Este elemento es crítico en el mundo de las inversiones, donde la lógica fundamental es comprar acciones a un buen precio para venderlas a un precio superior.
El punto de inflexión llegó a mediados de 2021, cuando startups que anteriormente se valoraban en 5 millones de dólares pasaron a valorarse en 25 millones. Esta inflación en las valoraciones creó un escenario insostenible para los inversores, ya que para obtener un retorno significativo en una startup valorada en 25 millones, esta tendría que alcanzar una valoración de 100 millones o más, algo que en muchos casos no llegó a materializarse.
Por el contrario, muchas startups comenzaron a experimentar una corrección en sus valoraciones, viéndose obligadas a buscar capital adicional a valoraciones más bajas. Este fenómeno, conocido como "down round". Esta situación del mercado de capital de riesgo (VC) en América Latina presenta un panorama complejo y desafiante, pero también lleno de oportunidades para aquellos que sepan interpretarlo correctamente.
A pesar de las dificultades económicas globales, América Latina logró atraer aproximadamente 3.9 billones de dólares en inversiones durante 2023. Aunque esta cifra representa una disminución significativa del 50% respecto a 2022 y un 77% menos que en 2021, sigue siendo una cantidad considerable que demuestra la resiliencia y el potencial del ecosistema emprendedor latinoamericano. Las proyecciones para 2024 sugieren que se mantendrán niveles similares a los de 2023, indicando una cierta estabilización del mercado.
Es crucial entender que este "invierno" de inversiones está afectando de manera desigual a las startups según su etapa de desarrollo. Las empresas en etapas tempranas han experimentado un impacto relativamente menor, con una caída en las valuaciones de startups Semilla y Serie A de hasta un 17% durante 2023. Sin embargo, el golpe ha sido mucho más duro para las startups y scaleups en etapas avanzadas, que han visto reducido su valor entre un 30% y un 58%.
Paradójicamente, este contexto ha propiciado el surgimiento de numerosos fondos VC en América Latina, con el 79% de ellos teniendo menos de 10 años de antigüedad. Es particularmente interesante notar que el 55% de estos fondos se enfocan en inversiones early stage, abarcando las etapas pre-semilla, semilla y serie A. Este aumento en el número de fondos ha generado el fenómeno conocido como "Pólvora Seca", que se refiere al capital disponible pero aún no invertido. En 2023, estos fondos no colocados superaron los 2.49 billones de dólares.
Esta situación ha creado una dinámica peculiar: mientras las valuaciones de las startups han caído y la actividad de inversión ha disminuido, más fondos VC han surgido, resultando en una acumulación de recursos "parqueados" que necesitan ser colocados. Considerando que un fondo VC típicamente tiene una vida útil de 10 años, con los primeros 4 años dedicados a la colocación de fondos, muchos se encuentran en una situación donde su período de deal flow se ha extendido y aún están en proceso de colocar sus recursos.
El ejemplo de Escalatec, el primer fondo de inversión de riesgo boliviano, ofrece una perspectiva interesante sobre cómo se está desarrollando el ecosistema de capital de riesgo en Bolivia, en el contexto más amplio de las tendencias latinoamericanas y globales que hemos discutido. Con casi 5 años de operación, Escalatec ha demostrado un compromiso constante con el desarrollo del ecosistema emprendedor boliviano. Su análisis de 39 startups y la colocación de aproximadamente un millón de dólares en seis startups nacionales refleja un enfoque cuidadoso y selectivo en sus inversiones. Este nivel de actividad, aunque modesto en comparación con mercados más maduros, es significativo para un ecosistema emergente como el boliviano.
El hecho de que Escalatec pertenezca al grupo Solydes y pueda realizar due diligence a través de su propio programa de aceleración representa una ventaja estratégica. Esta integración vertical les permite tener un conocimiento más profundo de las startups en las que invierten, potencialmente reduciendo riesgos y mejorando la calidad de sus inversiones.
En un escenario económico global desafiante, donde los plazos para la captación de capital por parte de los Limited Partners (LPs) se han visto afectados, Escalatec emerge como un faro de esperanza en el ecosistema de startups boliviano, como miembro activo de Bocap, la asociación paraguaya de Venture Capital. Esta alianza estratégica, que incluye a iThink VC como segundo miembro prominente, se fortalece aún más con la participación de socios clave provenientes de Paraguay, Chile y Bolivia. Esta colaboración regional subraya la importancia de Escalatec en el panorama de inversiones de boliviano, consolidando su posición como un actor fundamental en el fomento de crecimiento empresarial en el país.
En conclusión, el caso de Escalatec y el estado actual del ecosistema de startups en Bolivia reflejan un mercado en desarrollo con potencial de crecimiento. Mientras que el contexto global presenta desafíos, también ofrece oportunidades para que fondos como Escalatec y las startups bolivianas se posicionen estratégicamente. El enfoque continuo en la inversión y el desarrollo del ecosistema emprendedor será crucial para que las startups bolivianas puedan eventualmente alcanzar etapas más avanzadas de crecimiento y competir a nivel regional e internacional.