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l ecosistema emprendedor boliviano se encuentra en una encrucijada única. Mientras el concepto de "Smart Capital" revoluciona los mercados desarrollados combinando inversión financiera con experiencia y networking, Bolivia enfrenta desafíos particulares que obstaculizan su evolución natural.

En los mercados maduros, el fenómeno del "Signaling" actúa como catalizador: cuando un fondo de inversión apuesta por una startup, desencadena el interés de otros fondos que analizan tanto el mercado como el rendimiento de la empresa para evaluar sus propias oportunidades. Sin embargo, Bolivia permanece al margen de esta dinámica por razones estructurales.

El principal obstáculo reside en un desequilibrio fundamental: la oferta de startups supera significativamente a los fondos de inversión disponibles en el mercado nacional. Esta escasez de capital resulta en una sistemática subvaloración de las startups bolivianas. A pesar de la presencia de actores como Santa Cruz Ángeles e inversionistas individuales, el acceso al capital sigue siendo restringido, principalmente porque la cultura inversora local permanece anclada en un modelo tradicional y conservador.

La limitada visibilidad del ecosistema emprendedor boliviano agrava esta situación. Comprender su complejidad, identificar sus actores clave y reconocer su papel en el desarrollo de emprendimientos dinámicos requiere tiempo y dedicación, algo que contrasta con la mentalidad del inversionista tradicional, enfocado primordialmente en retornos a corto plazo.

El panorama financiero actual presenta una paradoja interesante. Con tasas de interés bancarias entre 3.02% y 3.08%, el mercado tradicional ofrece rendimientos insuficientes para contrarrestar la contracción de capital. En este contexto, las startups bolivianas emergen como una alternativa disruptiva: aunque conllevan mayor riesgo, ofrecen retornos potencialmente superiores y, debido a sus actuales valuaciones deprimidas, representan una oportunidad única de inversión.

No obstante, esta estrategia requiere un delicado equilibrio. Una startup con aspiraciones internacionales enfrenta un umbral crítico: una dilución superior al 50% puede desalentar a inversores extranjeros y complicar la monetización futura para el inversor local. El desafío consiste en aprovechar las valuaciones actuales sin comprometer el potencial futuro del emprendimiento.

El caso de BucksApp ilustra una estrategia exitosa para superar estos obstáculos. Esta startup boliviana/paraguaya definió a iThink VC (VC de Paraguay) y Buen Trip Ventures (VC de Ecuador) como sus Lead Investors, lo que desencadenó el efecto "Signaling" atrayendo a Escalatec (VC de Bolivia) y otros inversores ángeles nacionales, hasta alcanzar una inversión de un millón de dólares.

Lo más revelador del caso BucksApp es que, pese a categorizarse como inversión pre-semilla, la empresa ya opera en cuatro países: Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador, habiendo validado su modelo de negocio en múltiples mercados antes de recibir esta inversión. Según Entorno VC, la empresa busca optimizar su plataforma para transformar datos en información estratégica para instituciones financieras. De acuerdo a lo mencionado, este patrón de crecimiento indica un estado de madurez típico de startups en Serie B, que de acuerdo a Pulso Capital, generalmente reciben inversiones entre 20 a 80 millones de dólares en Latino América. Este hecho revela una discrepancia entre la categoría de la ronda y el objeto de esta.

Este desacuerdo entre la categorización de la ronda como pre-semilla y sus objetivos de expansión agresiva añade peso a la tesis de la devaluación sistemática de las startups bolivianas. Para superar esta barrera, resulta crucial la creación y participación de nuevos fondos bolivianos capaces de valuar startups bajo estándares regionales y que estos refieran la participación de fondos de inversión extranjeros como Lead Investors, permitiéndoles colocar fondos que protejan el valor del negocio y su tasa de dilución.

Marcelo Camacho Herrera es experto en startups y emprendimiento.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.