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onozco a alguien que nació un 29 de febrero, es mi contemporáneo y, según él, el año pasado celebró sus 14 “adolescentes” años. Cuando le preguntan cómo hace para festejar su cumpleaños, responde que sus padres, para evitarle posibles inconvenientes, lo registraron el 1 de marzo. Cuando hay año bisiesto, celebra el día que corresponde y, en los otros tres años de espera, celebra tres días: el previo, el del registro y un día después, por si acaso.

Todo esto se debe al impreciso calendario gregoriano que nos fue impuesto por una perspectiva religiosa y que rige en buena parte del mundo. Sin embargo, detrás de este tema hay muchos otros que inquietan.

Por ejemplo, si ayer fue mi cumpleaños, quiere decir que ese día emergí a la sociedad con mi nacimiento. Al nacer tenía 0 años, por lo cual mi primer año se celebra al año siguiente. Entonces, para efectos de contabilización, cuando me dicen "feliz cumpleaños", ¿se refieren al año que transcurrió o al año que se avecina?

El cumpleaños se celebra el día del nacimiento. Si, como el de mi amigo, es el 29 de febrero, que no aparece en el calendario todos los años, entonces se celebra 6 horas después del 28.

Se nace en un día, en una hora y un minuto exactos, registrados en los centros de salud. ¿Eso querría decir que deberíamos festejar en esa hora ese día? Pero resulta que cuando nos felicitan por el cumpleaños, se entiende sobre todo por el que cumplimos, es decir, el que se avecina. Entonces, ¿no deberíamos festejarlo a lo largo del año?

Curiosamente, los Testigos de Jehová no celebran los cumpleaños debido a su origen pagano y porque según ellos las fiestas se celebran bajo preceptos bíblicos. De hecho, se dice que las celebraciones de cumpleaños comenzaron en Egipto, no con el nacimiento, sino con la coronación de los faraones. Tiene sentido, refuerza la idea de que un cumpleaños puede verse como una "coronación" que nos hacen nuestros seres queridos.

Los cumpleaños evidencian que el tiempo pasa, a menudo más rápido de lo que quisiéramos. Aunque no tengamos una fecha precisa para celebrar, el tiempo es implacable y sigue su curso. Cada día que pasa, tenemos menos tiempo. Afortunadamente algunos creemos que el tiempo es solo una ilusión, una percepción de nuestra mente.

Dino Palacios es ciudadano.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.