
e transportaba en vehículos y se alojaba en el hotel que Evo Morales entregó a la COB. Luis Arce le organizó el gabinete social. Sus decisiones eran ley en la Caja Nacional de Salud, entidad con millones de bolivianos en sus arcas. Como pocos, Juan Carlos Huarachi disfrutó el poder durante dos décadas.
El colapso político del MAS también marcó el ocaso de quien fuera el máximo dirigente obrero por casi ocho años continuos. Su condición como secretario ejecutivo de la COB ya era insostenible y cuando dejó el cargo, en el último congreso en Cobija, a miles de kilómetros de distancia del centro del poder, la soledad comenzó a acompañarlo.
En sus dos comparecencias ante el Ministerio Público que investiga delitos de corrupción presuntamente cometidos en el gobierno de Arce, Huarachi se presentó solo con su abogado defensor. Ni una pancarta, ni una consigna de apoyo, ni una movilización callejera, ni un cachorro de dinamita detonado...
Huarachi quedó solo. Los integrantes de su último directorio volvieron a sus regiones y a sus puestos de trabajo, casi negándolo como conductor de la COB sometida a Morales, Jeanine Áñez y Arce en los gobiernos 2006-2019, 2019-2020 y 2020-2025.
Andrés Zúñiga, su abogado y único acompañante en sus presentaciones judiciales se limitó a objetar las decisiones de aprehender, imputar y enviar a la cárcel a quien se mostraba arrogante desde la cúspide de la organización obrera.
La justicia paceña ordenó este martes que Huarachi sea enviado a la cárcel de San Pedro con detención preventiva durante seis meses, acusado de enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias con afectación al Estado.
Y es que la testigo clave del caso coimas en el desaparecido ministerio de Medio Ambiente, Claudia Cortez, declaró que entregó al exlíder de la COB Bs 40.000, una parte de los sobornos que se cobraba en esa entidad gubernamental.
La disposición de la justicia se conoció tras más de tres horas de audiencia, en la que la defensa planteó un recurso que fue declarado improcedente por el juez.
Huarachi, sin casco ni chaqueta de cuero, el uniforme de los jerarcas de los mineros, deberá ingresar a la cárcel de San Pedro de La Paz. Podría evadir la decisión judicial aduciendo alguna enfermedad. Conoce las maniobras, pero ¿lo conseguirá?









