ebastián Marset Cabrera, uno de los narcotraficantes más buscado en la región, se pronunció este miércoles sobre la balacera del domingo en La Enconada —comunidad ubicada entre los municipios de Cotoca y Pailas—, en la que un hombre fue abatido y su brazo derecho Erland Ivar García López, alias El Colla, fue herido de gravedad y se encuentra con coma inducido en terapia intensiva.
A través de su Santiago Moratorio, quien tuvo con breve contacto con el diario El Deber, Marset hizo conocer que no tiene nada que ver con el tiroteo entre personas que operan en Santa Cruz, en la actividad del narcotráfico, y que tampoco le interesa.
“No tiene absolutamente nada que ver; no le interesa nada y mi cliente está totalmente por fuera de esto (balacera)”, respondió Moratorio, luego de trasmitirle la consulta a su defendido.
La versión de Marset, a través de Morató, desmiente las afirmaciones del viceministro de Régimen, Johnny Aguilera, quien este martes dio por esclarecido el caso al señalar que García habría traicionado a Marset en el negocio del narcotráfico y que la balacera fue la muestra de una disputa por territorio y de liderazgo entre El Colla y un piloto paraguayo conocido como Teddy, a quien la Policía le atribuye la orden de acribillar al boliviano.
Aguilera sostuvo que El Colla y Teddy eran socios del narcofugitivo uruguayo, a quien le rendían lealtad. Sin embargo, cuando Marset fugó del país, dejó un vació de poder en su organización afincada en Santa Cruz.
El Colla y Teddy no solo que se enfrentaron por territorio, sino por liderazgo. Buscaron dilucidar a tiros quién debía ocupar el primer lugar de la organización en Bolivia para el envío de drogas al extranjero, ante la ausencia de capo Sebastián Marset, quien huyó de Santa Cruz el 29 de julio del año pasado.
Según un reporte policial, el piloto paraguayo mandó a dos sicarios brasileños a ejecutar a El Colla; sin embargo, este resultó herido con cinco impactos de bala, mientras que Yermy Pastor Zampieri Suárez, de 38 años y quien conducía el vehículo que fue interceptado en La Enconada perdió la vida con ocho disparos.
