
l precio del dólar digital (USDT), referencia del mercado paralelo en Bolivia, continúa su tendencia a la baja. Este miércoles, el tipo de cambio se cotiza en 13,61 bolivianos para la venta y 13,48 para la compra, según la referencia de diferentes portales especializados.
Estos valores reflejan una caída sostenida desde los picos de hasta 19 bolivianos registrados en meses anteriores, según informó el diario El Deber.
Economistas explican que esta corrección obedece a múltiples factores. Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, señaló que “la demanda de dólares físicos en las calles ha caído considerablemente” debido a que muchas personas están priorizando el gasto diario ante la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, reduciendo así la presión sobre el tipo de cambio informal.

A esto se suman las señales políticas que apuntan a una eventual renovación del gobierno en 2025, lo cual genera expectativas de un posible cambio en el rumbo económico. Además, el incremento de las exportaciones —aunque moderado— está contribuyendo a una mayor captación de divisas, mientras que el veto del Gobierno a que YPFB opere con criptoactivos también ha cerrado algunas brechas especulativas.
Otro elemento clave es el fortalecimiento de los controles estatales en torno al uso de dólares en el sistema financiero, con restricciones al comercio informal de divisas y mayor fiscalización sobre transferencias electrónicas no justificadas.
Aunque el dólar paralelo sigue por encima del tipo de cambio oficial de Bs 6,96, su actual cotización representa un alivio para sectores que dependen de insumos importados o remesas, y es leído como un respiro en medio de la escasez de divisas.

Otro dato no menor, es que las reservas internacionales del Banco Central han mostrado una leve recuperación —cerrando junio con $us 2.807 millones—, pero aún están lejos de los niveles óptimos para respaldar una economía dolarizada en la práctica.
Sin embargo, analistas advierten que la caída del tipo de cambio paralelo no necesariamente significa una solución estructural a los problemas económicos del país. Mientras persista el déficit fiscal, la alta dependencia de importaciones y los incentivos para mantener un tipo de cambio fijo artificial, las distorsiones seguirán latentes.