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a Selección de Óscar Villegas hace historia, al margen del triunfo ante Chile en Santiago rumbo al Mundial 2026. La nueva generación de La Verde rompió este martes 10 de septiembre la maldición de no ganar 31 años, 1 mes y 23 días como visitante en eliminatorias mundialistas.

La Selección Boliviana ganó 2 a 1 al equipo de Ricardo Gareca y se sacó la pesada carga de más de tres décadas de no traer una victoria al país, en una eliminatoria sudamericana. Villegas y sus muchachos están devolviendo la ilusión a la hinchada nacional de que sí se puede.

El último triunfo de visitante de La Verde fuera del país fue el 18 de julio de 1993, cuando el memorable equipo de Xavier Azkargorta goleó a Venezuela 7 a 1, en la épica clasificación al Mundial de Estados Unidos de 1994. Tuvieron que pasar 67 partidos sin conocer la victoria en otras canchas en eliminatorias mundialistas.

´´¿La victoria de este martes en el estadio Nacional de Santiago es una de señal de clasificación? Por lo pronto, el resultado de hoy instala nuevamente a La Verde en la séptima posición de la tabla sudamericana y, por tanto, volvió a la zona de repechaje.

El delantero Carmelo Algañaraz conquistó el primer tanto a los 13 minutos del primer tiempo luego de una gran carrera por izquierda de Roberto Carlos Fernández, quien realizó centro rasante retrasado que fue conectado por el boliviana que juega en Grecia.

A los 40 minutos Chile empató en una jugada confusa que terminó con la seria lesión del arquero nacional Carlos Lampe (rotura del tendón de Aquiles), quien tuvo que ser llevado a un centro médico para su atención de emergencia.

Reanudadas las acciones, a los 45 minutos del primer tiempo, el joven mediocampista boliviano Miguel Terceros anotó el 2 a 1 que se quedó hasta el final de cotejo, ya que el segundo tiempo fue inteligentemente administrado por la nueva generación de La Verde.

Ingresos y debuts de muchachos que le dan un aire fresco a la Selección y una soberbia actuación del arquero Guillermo Viscarra, quien ingresó en lugar de Lampe, pusieron el cerrojo a cualquier intención de igualdad de parte del equipo chileno sumido en una profunda crisis.