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E

n sigilo y sin dar ninguna luz de lo que están negociando, el miércoles y jueves de la semana pasada dos equipos de la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol) y su homóloga de Bolivia visitaron las instalaciones en Arica del oleoducto Sica Sica y su trazado, que parte desde esta ciudad y llega hasta Visviri, para conectarse con una estación en la localidad boliviana de Charaña, informó la periodista Ximena Astudillo del medio El Mostrador.

Aquí Arica consultó sobre estas diligencias al Ministerio de Relaciones Exteriores, entidad de la cual depende la Difrol. La respuesta fue bastante escueta: "Se realizará una visita técnica de Difrol al oleoducto Sica Sica. Este tipo de reuniones se llevan a cabo de manera regular. En este caso, se revisarán los trabajos de modernización que pretende realizar la empresa YPFB".

El programa se cumplió junto a ejecutivos de la empresa estatal del vecino país, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). En su recorrido incluyeron visitas al Terminal Terrestre Sica Sica donde se encuentran los seis estanques de acumulación del combustible que llega al terminal marítimo homónimo. situado frente a la playa El Soldado.

Posteriormente, la delegación bilateral recorrió el trazado del ducto que cruza el lecho del río Lluta y luego sigue hacia el oriente por Pampa Ossa hasta el sector altiplánico de Puquios, localidad donde existe una estación del Ferrocarril de Arica La Paz.

Enojo de Durana

Hasta el momento, como ya ha ocurrido otras veces con otros temas bilaterales, las conversaciones sobre el oleoducto se han mantenido en secreto, inclusive, para los parlamentarios de la región.

Al enterarse de que la reunión técnica bilateral se había realizado sin informar a autoridades de la región, el senador José Durana (UDI) decidió levantar la voz en la hora de incidentes en la Cámara Alta el jueves pasado.

El parlamentario advirtió sobre los constantes perjuicios derivados de los acuerdos con Perú y Bolivia en Arica, y reiteró que los convenios no pueden suscribirse a espaldas de la ciudadanía y “menos en favor de Bolivia, cuya actitud no ha sido colaborativa en temas migratorios, para reconducir a quienes entran ilegalmente a Chile por ese país, como también en contrabando”.

Durana fue crítico contra la Difrol, cuestionando su posición permanente de "estar al servicio de una entidad extranjera acudiendo a terreno. ¿Esta iniciativa se ceñirá a la normativa ambiental vigente, sometiéndose al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA)?, dado que es una infraestructura que data de 1957. ¿Podemos saber cuál es el estado actual de esta infraestructura y su impacto en el medioambiente?”.

Los estanques Sica Sica ubicados frente a poblaciones de Arica Asimismo, el legislador pidió que se solicitara un informe al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre estas gestiones bilaterales. También exigió oficiar al Ministerio de Energía para que reporte el rol que ha cumplido la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), especialmente en fiscalizar las instalaciones de YPFB en Arica, y transparente cuáles son las normas que se aplican al funcionamiento de esta empresa boliviana.

El enojo de Durana apunta a que, hasta el momento, no recibe respuesta de la SEC sobre las fiscalizaciones a YPFB, especialmente respecto de los procedimientos aplicados y, en especial, el realizado en torno a la contaminación con combustible de un pozo de agua que abastecía a la sanitaria Aguas del Altiplano y está próximo al oleoducto.

En busca de agua

Fuentes reservadas indicaron que la diligencia bilateral habría sido clave para avanzar en la implementación de la llamada "reversa" del oleoducto pactado en 1957 por Chile y Bolivia. En el recorrido, la empresa YPFB habría expresado lo que necesita de Chile, especialmente terrenos y agua, para la habilitación de la tubería para despacho del combustible recibido en la bahía de Arica hasta Charaña.

Actualmente, el país vecino recibe hidrocarburos traídos en barcos desde distintos puertos en el terminal marítimo, instalación que posee tres boyas de amarre frente a la playa El Soldado. Desde allí lo impulsa por un ducto marítimo presurizado que pasa subterráneamente por la ciudad y desemboca en el Terminal Terrestre Sica Sica, ubicado en el barrio industrial nororiente de Arica. En esa estación, el combustible es distribuido en camiones aljibes que viajan hasta Bolivia. El objetivo de YPFB es sustituir esta logística carretera, utilizando la tubería por completo que llega hasta Charaña para la distribución del carburante.

Una de las interrogantes que aún no logra ser resuelta, es la habilitación de una fuente de agua que requeriría YPFB para el proceso de bombeo del combustible. El sitio presenta sólo una alternativa posible: los pozos de agua con derechos constituidos y que pertenecen a la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE), pero que poseen un deteriorado sistema de extracción e impulsión.