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o toques mi cuerpo. No lo toques. Bajo ningún pretexto. Supuestamente, este es el mensaje que se debería emitir a todos los niños y niñas del mundo. Nada más lejos de la realidad. Todo lo contrario. Millones de niños y niñas en el mundo son manoseados, traficados y pervertidos en oscuras redes de tráfico sexual y son víctimas de asquerosos toques, violencia y vejámenes que van más allá de cualquier mente enferma. En Bolivia los niños y niñas son supuestamente protegidos por la ley, pero supuestamente entre comillas.

El caso que ahora sacude a Bolivia refiere a CSVP, una mujer que hace 11 años tenía 15 y ahora tiene 26. Hoy es una joven madre, quien al parecer, fue víctima del cocalero Morales, devenido, en ese momento, como presidente de Plurilandia. En ese entonces la ley educativa Avelino Siñani – Elizardo Pérez, del 20 de diciembre de 2010, ya debió de brindar sus primeros frutos, y hacer carne, especialmente en el cocalero quien la promulgó, y porque, se supone que quien la lleva adelante y hace que sus secuaces le den el aval, debería ser el primero en cumplirla.

Pero nones, el cocalero, cometió (supuestamente) estupro y ese es el tema de fondo.

Este tipejo fue en contra del artículo 4, acápite 6, capítulo 2 de esa ley, que indica: “Promover una sociedad despatriarcalizada, cimentada en la equidad de género, la no diferencia de roles, la no violencia y la vigencia plena de los derechos humanos”. Se le olvidó la “no violencia”, pero se acordó que tiene a su equipo de abogados que le dicen y le dijeron “metele nomás, nosotros arreglamos”.

¿En qué mente enferma puede entrar semejante razonamiento? Aquellos a quienes el poder y el resentimiento ponen en jaque al país, bloqueando caminos, y mostrando “apoyo al líder de los humildes” ante semejante hecho. Tampoco se salvan los padres, madres, tíos, tías, madrinas, y de cualquiera que esté a cargo de un menor, que entregan a su hija a un villano para que haga con éste lo que le dé la gana. Es por ello que el padre de la presunta víctima ha sido encarcelado. La Fiscalía imputó al hombre, de 67 años, con el argumento de que habría favorecido la relación de su hija, entonces menor de edad, con Evo Morales, a cambio de beneficios.

Pero el abogado del imputado, denunció que esta decisión obedece a una presión política y social, puesto que su defendido no tendría ni siquiera conocimiento de la presunta relación de su hija con Morales. Hasta mientras, a Plurilandia bien le vale un comino el incendio de la Amazonía, y tiene a mujeres defendiendo la alcahuetería, y al malvado.

Curiosamente los colectivos feministas que deberían estar poniendo el grito en el cielo y defendiendo a las mujeres que han sido las supuestas víctimas del cocalero, prefieren teñir de rojo una estatua, y hacer mutis por el fondo. De ahí que la posible solución sea sacar al MAS de la función de gobierno, sea del ala que sea. Ha saqueado y desinstitucionalizado a Bolivia hasta transformarla en Plurilandia: un país se toca y se mete mano hasta donde lo inimaginable se hace posible. (Pero al paso que vamos, y viendo que la oposición sigue fragmentada en 31418 candidatos, está seguirá siendo nuestra maldición, por nacer en Bolivia, y nacer mujer).

Mónica Briançon Messinger es periodista y ecologista declarada.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad de la autora y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.