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a unidad en política surge de la necesidad de dirimir diferencias con un enemigo al cual solo, ningún candidato puede derrotar.

Derrotar al enemigo y sus seguidores significa acumular más fuerza y poder que ellos, y esto solo puede ser numérico, es decir SER MAYORÍA.

El poder político se vuelve matemático, y político que no sabe sumar que vuelva a la escuela, pero no engañe a la gente haciendo política.

Entiendan de una vez, que la unidad es entre diferentes, sino hay diferencias por definición tienen que estar unidos.

La lucha en Bolivia en este momento es contra la dictadura, la contradicción principal es dictadura-democracia, no es derecha contra izquierda, centro contra liberales, centralistas contra autonomistas, no nos volvamos a equivocar y rifar la ultima opción que tenemos de derrotar al MAS democráticamente el 2025.

No necesitamos proclamaciones, necesitamos que nuestros actores políticos estén a la altura de lo que el pueblo exige en las calles que es una sola candidatura para derrotar al masismo en sus dos versiones que son lo mismo.

La única vez que con todos los vicios y el fraude sistémico que tiene montado el MAS, padrón inflado, cortes parcializadas con ellos, relleno de ánforas donde no habían delegados, fue el 21 de febrero de 2016 cuando nuestro candidato era único, el NO.

Pese a ello, el MAS no respetó esos resultados porque no es un partido democrático y su proyecto es dictatorial, y a mayor crisis económica, mayor represión.

El 2019 pese al escandaloso fraude montado por el MAS y que derivó en la anulación de las elecciones, los tres candidatos de la oposición (Mesa 36,51%, Chi 8,78% y Ortiz 4,24%) sumaban 49,53%, frente al fraudulento 47,08% del MAS con Evo como candidato.

La reacción espontanea del pueblo logró una unidad callejera, la gente se sintió estafada y tuvo en Luis Fernando Camacho un líder que encabezo esa rebelión popular que se dio en los nueve departamentos, que unió a todo el país y derrotó al fraudulento dictador, pero luego vino la decepción, un gobierno de transición ineficiente y nuevamente candidaturas democráticas al por mayor, ninguna con posibilidades reales de poder y eso permitió al MAS volver al gobierno y terminar destrozando al país, con una crisis económica terminal que acabará con la clase media, que disminuirá el poder adquisitivo de los salarios, controlará a los medianos y grandes empresarios para que dependan de medidas políticas dictadas por burócratas que nunca han trabajado ni creado empresas e inventara "candidatos opositores" para lograr la reproducción del poder y consolidar su narco dictadura con ayuda de varios de los "nuestros" funcionales a ellos, que actuaran como opositores haciéndole el juego al MAS.

Estamos a tiempo, necesitamos menos candidatos y más unidad, más proyectos que enamoren a la gente, que les devuelva la ilusión, el antimasismo no es suficiente para ganar una elección en dictadura con las reglas de ellos.

Podemos todavía construir un país digno respetable, democratico y justo. ¡VIVA BOLIVIA LIBRE!

Guido Añez Moscoso es exministro de Estado.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.