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ola. Soy el Julio de la Promo 2024. Me faltan Bs 1.000 para mi cuota de viaje de promo. Jodido este año. Me acuerdo de los prendes que tuve en las discos, de pasar clases por zoom, de intentar no aplazarme, aunque me he “chachado finito”.

No parece haber sido un año muy interesante y eso que es el último. Mi profesora de curso nos habla de que somos el futuro de Bolivia, que deberíamos preocuparnos por ese tema de los incendios, que están pasando, creo que en la Chiquitania, o no sé dónde, allá lejos, pero yo sólo quiero que la Juanita me dé bola, por eso quiero ir al viaje de promo, porque finalmente podré salir y beber sin el control de mis padres, y si algo he de sembrar, que sea pues un chape en la boquita de la Juanis.

No entiendo por qué la profe que nos habla de tantas cosas raras, qué será eso de reciclar, o de juntar botellas plásticas, o de reforestar, o de ayudar a los bomberos. Cero que ver... En mi casa todo el mundo anda con su pantalla y tira las botellas y papeles al mismo lado, no sé a dónde va la basura, tampoco me interesa, sólo sé que abro el agua y sale caliente, y que los platos y la ropa siempre están lavados y planchados. Así que esito nomás les quería contar, los veo muy preocupados por el humo, igual se pasa con una lluviecita, como mi bro del cole, que su viejo le dio un autazo, chocó a cinco en la calle y no pasó nada.

Hola. Mi nombre es Juanita y soy de la Promo 2024. Mis papás están todos los días en unos grupos de WhatsApp hablando de nuestro bendito viaje de promo, y haciendo rifas, y verbenas, para recaudar plata para el viaje pero yo no quiero ir. No me interesa mucho andar con los bolines del curso. De hecho, yo quiero usar el dinero que estamos recolectando para poder comprar plantines de arbolitos, o para poder ayudar a mis amigos que son bomberos voluntarios, y así dar un poquito de ayuda frente a lo que nos está pasando. Los hermanos mayores de varios amigos, se unieron al SAR Bolivia, y veo el trabajo que hacen.

Sé que no puedo hacer mucho, sé que de hecho yo sola no podría ser casi nada pero con unos amigos nos hemos propuesto sembrar un poquito aquí afuera del colegio. Es un peladero que usan para ferias. Todos nos dicen que la tierra está seca, que quién va a regar, que de nada sirve, pero creo que pequeñas cosas pueden hacer la diferencia.

Agradezco a mis abuelos que me han enseñado a mirar la vida de otra forma. Cuando era niña, mi abuela me hacía regar su arbolito. Hoy, ese arbolito es un molle inmenso que me hace entender cómo funciona la vida.

Todavía no sé qué estudiar, aún no sé qué me depara el futuro, pero creo que de a poquito puedo hacer algo. Me duele mucho lo que está pasando en la Chiquitania.

La he visitado hace un tiempo porque mis papás me llevaron de viaje y tuve el gusto de conocer ese hermoso territorio.

Si yo pudiera volver o recomendarles un viaje les diría que vayan hasta allá. Ese sería el mejor viaje de promo, ayudar con lo que tenemos.

Porque los jóvenes de hoy, no serán el futuro, si no les muestra dónde actuar en el presente.

Mónica Briançon Messinger es periodista y ecologista declarada.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad de la autora y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.