
l excomandante del Ejército boliviano Juan José Zúñiga señaló en una carta que frustró el autogolpe encomendado por el presidente Luis Arce el 26 de junio de 2024 “para provocar derramamiento de sangre”.
El documento, publicado por Fuerza Informativa Azteca (México), fue remitido por Zúñiga desde la cárcel cochabambina de El Abra, señalando que había un plan que buscaba el caos y la violencia.
“Arce me encomendó liderar un autogolpe: un plan perverso ideado para provocar derramamiento de sangre y pintar al Gobierno como la víctima”, se lee la misiva en la que también se refiere a una entrevista que dio antes del 26 de junio, donde lanzó “un ataque directo contra Evo Morales, el principal enemigo de Arce, para aparentar obediencia, mientras yo en el fondo frustraba el autogolpe”.

Tal y como lo reflejó en una entrevista con un medio argentino, Zúñiga sostuvo que se le ordenó que entregara 1.000 rifles y el entrenamiento de grupos de choque y a la vez se ordenó la compra de 5.000 fusiles de asalto AK-47, incluso contratando a un extranjero, para generar disparos, golpes, aprehensiones y terror entre el pueblo
“La estrategia incluía atacar a la oposición en televisión”, agrega la misiva, en donde se señala a figuras como Jorge Tuto Quiroga, Luis Fernando Camacho, Carlos Mesa, Samuel Doria Medina e, incluso, Evo Morales, según informó la red Unitel.
“Sabía que, si permitía que se cumpliera este plan, se desataría una violencia innecesaria que dejaría a nuestro país en ruinas. Por ello, para evitar que se ejecutaran disparos, golpes o arrestos que sembraran sangre, decidí no ordenar ninguna acción violenta. No podía permitir que mi pueblo sufriera por intereses de unos pocos”, agrega la nota.
Anteriormente, el excomandante también había reflejado que mantuvo reuniones secretas con Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez, asesores de la presidencia, para abordar estos temas, a quienes calificó como responsables de “manejar el país bajo las sombras”.
Según Zúñiga, recibió órdenes de eliminar “a quienes sabían demasiado”, personas que “podían voltear la situación”, así como también se le encomendó hacer seguimiento a los opositores mencionados para iniciar una “guerra sucia” o “confrontación”.
“Algo que no sabe la población es que, desde hace meses, un grupo secreto de hackers llegó a Bolivia con el objetivo de vigilar a opositores, controlar el padrón electoral y manipular las elecciones, todo para consolidar un fraude que perpetúe a este régimen corrupto en el poder por otros años más”, se advierte en el documento elaborado por Zúñiga.
El excomandante del Ejército boliviano hizo un llamado de auxilio a la comunidad internacional, a organizaciones de derechos humanos y a todos aquellos que luchan por la justicia. “No permitiré que sigan inventando historias de suicidio o accidentes para callarme”, remarcó en su misiva.