orge Richter Ramírez finalmente presentó su carta de renuncia como vocero presidencial en una carta enviada al mandatario Luis Arce, quien se encuentra en Rusia. Richter oficializó su dimisión este jueves mediante sus redes sociales.
“Dejo esta carta de renuncia en cumplimiento del proceso administrativo, pero me llevo buenas e importantes amistades, aquello es invalorable, y me llevó de hecho lo más importante, el agrado y el sentimiento bueno de haber entregado a este país que uno quiere infinitamente, mi esfuerzo y mi pensamiento para que el Estado Plurinacional, la inclusión y la igualdad social, siempre estén en la mesa de los debates más trascendentales de la sociedad boliviana”, se lee en parte del documento.
“No permita que el gobierno pierda su caudal. Lo querrán derrotar, no lo permita. Querrán que su gestión se sienta avergonzada, no lo permita. Querrán que los bolivianos dejen de extenderle la mano, no lo permita. Querrán instalar el miedo, no lo permita. Cumpla los sueños de los bolivianos y los suyos también”, aconseja Richter al Jefe de Estado.
Richter ejercicio el cargo de vocero presidencial desde noviembre de 2020, es decir durante tres años y seis meses, aunque realizaba análisis propios en entrevistas en medios de comunicación y su rol de portavoz oficial del presidente Arce fue menor en tiempos y apariciones públicas.
En el entorno del mandatario se discutió la designación de un reemplazante o la anulación de la vocería presidencial. Se impuso el primer criterio y fuentes de la Casa Grande informaron que se evalúan los perfiles del viceministro Jorge Silva y al embajador Sebastián Michel.
Richter lanzó una seguidilla de críticas públicas después de su último artículo de opinión en el que se despidió del Gobierno, lo que fue interpretado como un plan para ser echado en lugar de renunciar. Con la presentación de la carta de dimisión, la mencionada estrategia habría fracasado.