n el departamento de Cochabamba, las poblaciones aledañas a los ríos Magareño, Ivirgarzama, Sajta, Ichilo y Yapacaní enfrentan las consecuencias de las intensas lluvias de los últimos días que provocaron su desborde, dejando a casi 2.000 familias afectadas en el municipio de Puerto Villarroel.
La región de Ivirgarzama es la más golpeada, con alrededor de 650 viviendas inundadas y daños significativos en cultivos, luego de intensas lluvias que han caído en las últimas semanas.
El agua alcanzó hasta 2 metros de altura en algunos sectores, arrasando con cultivos y dejando las carreteras interrumpidas. "Hemos tenido movilidades atrapadas, y el caudal de esta vez ha sido mayor que en anteriores desbordes", explicó Abel Mancilla, responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación cochabambina.
Hasta el momento, 2.500 hectáreas de cultivos han sido afectadas, incluyendo banano de exportación, papaya, plátano de freír, yuca, maracuyá y piña. La UGR advierte que cultivos como la yuca y la papaya sufren pérdidas casi totales cuando las aguas alcanzan estas zonas.
Por su parte, el Ministerio de Defensa informó que se están realizando trabajos para atender la emergencia meteorológica en el Trópico de Cochabamba. Se han desplazado equipos técnicos y de ayuda para socorrer a más de 1.950 familias afectadas en 64 comunidades y sindicatos.
Marcelo Salinas, ministro de Defensa, dijo este martes a Datápolis y Encontrados que los bloqueos carreteros de sectores del evismo han impedido el desplazamiento de ayuda humanitaria hacia el Trópico y otras regiones afectadas por las lluvias.
Se espera que las alcaldías de Entre Ríos, Puerto Villarroel y Chimoré entreguen la documentación técnica necesaria y eventualmente las declaratorias de desastre para viabilizar el apoyo estatal.
