
a primera crisis que debe superar el presidente electo Rodrigo Paz es la de carburantes. Este lunes, en una conferencia de prensa, reiteró que las filas en los surtidores acabarán desde del domingo 9 de noviembre, al día siguiente de que asuma como mandatario.
Paz, acompañado de Edmand Lara, vicepresidente electo, informó que comenzó gestiones con al menos cinco países del continente para la normalización de carburantes: Estados Unidos, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
“Estamos coordinando de la mejor manera que llegue ese tan necesario hidrocarburo vinculado a la gasolina y el diésel y poder, a partir de ello, darle tranquilidad a la población”, afirmó.
Desde hace varios meses, Bolivia enfrenta una crisis de provisión de carburantes, debido fundamentalmente a la falta de divisas, algo que el actual gobierno resolvió temporalmente con una venta a futuro de oro.

El 5 de septiembre, el todavía ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, afirmó que el Gobierno garantizará los combustibles hasta el 8 de noviembre (último día de su gestión), pero el abastecimiento es irregular.
“Nosotros estamos en el gobierno hasta el 8 de noviembre, hasta esa fecha garantizamos las políticas implantadas por Luis Arce y, de ahí en adelante, habrá un presidente que tendrá sus propias políticas”, señaló en una conferencia de prensa.
Las filas de vehículos alrededor de los surtidores volvieron este lunes, luego de la tregua que se produjo ayer, día de la votación en segunda vuelta.
Paz reveló este lunes que sostuvo una conversación con el mandatario Luis Arce para la transición con miras al 8 de noviembre. El trabajo estará a cargo de equipos del binomio junto con los ministerios de la Presidencia y Relaciones Exteriores.

“Hablé con el presidente (Luis) Arce, hemos coordinado de que, tanto el Ministerio de la Presidencia junto al Ministerio de Exteriores, serían los responsables para poder generar una transición con nuestros equipos”, indicó.
Además, Paz anunció que emprenderá el proceso para restablecer relaciones diplomáticas plenas con Estados Unidos, afectadas desde 2008.
“Bolivia va a recuperar su relacionamiento internacional, necesita estar a instancias donde la transparencia en todo sentido es un requerimiento, sistema financiero, luchan contra el tráfico de personas, ilícitos”, remarcó.
En 2008, el entonces presidente Evo Morales expulsó al embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg. La Casa Blanca respondió de la misma manera con el diplomático boliviano Gustavo Guzmán. Desde entonces, las relaciones se limitan a encargados de negocios.