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os carniceros de Santa Cruz acatan desde este viernes un paro que se extenderá hasta el domingo ante el incremento del precio del "kilo gancho" de carne que subió de 21 a 28 bolivianos, afectando significativamente tanto a los comerciantes como a los consumidores.

Como resultado, el precio del kilo de carne de primera ha subido hasta 48 bolivianos, cuando anteriormente rondaba los 38 bolivianos.

Ante esta situación, el Sindicato Gremial de Carniceros y otras organizaciones del sector han decidido suspender la venta de carne durante estos días para protestar contra la subida, que atribuyen a los productores y a la falta de regulación por parte del Gobierno, informó el diario El Deber.

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La situación ha generado preocupación en los mercados y entre las familias cruceñas, muchas de las cuales dependen de este producto básico para su alimentación diaria. Incluso el sector gastronómico ha anunciado que incrementará el precio de los alimentos en restaurantes y otros locales debido al alza en el costo de la carne.

Este viernes por la mañana, en un recorrido realizado porEl Deber en los principales mercados de Santa Cruz —antiguo Abasto, El Trompillo, Los Pozos y Mutualista, entre otros— se constató que no se estaba vendiendo carne, debido a la medida adoptada por los carniceros.

En los puestos de venta se pudieron observar letreros que expresaban el descontento de los comerciantes por el aumento del precio del "kilo gancho". Mensajes como "Estamos en paro" y "No habrá venta de carnes" eran visibles en los diferentes mercados.

Ante la falta de carne en los mercados de Santa Cruz, muchas amas de casa optaron por acudir a los supermercados en busca de esta proteína básica. Entre los más frecuentados durante la jornada estuvieron Hipermaxi, Fidalga e Ice Norte, que han sido las principales alternativas para quienes necesitan abastecerse de carne tras el cierre de ventas en los mercados tradicionales.

No obstante, varias amas de casa comentaron que la diferencia de precios entre la carne vendida en los mercados y en los supermercados es considerable. Como resultado, muchas han optado por comprar carne de segunda, que aunque es más económica, también ha experimentado un aumento en su precio. Otra medida adoptada por las familias ha sido el racionamiento: si antes compraban un kilo de carne para cinco personas, ahora solo adquieren medio kilo.

Paro en provincias

La medida también se ha replicado en las provincias. En la ciudad de Montero, el mercado Germán Moreno, principal centro de abasto del municipio, tampoco vendió carne. Los puestos de los comerciantes de este producto permanecieron vacíos.

Johnny Alvarado, dirigente carnicero, en entrevista con el diario Zona Norte, solicitó que se mantenga el precio del "kilo gancho". Indicó que dicho precio ha llegado a 24, 25 y hasta 26 bolivianos por kilo, lo que les impide vender carne al público sin sufrir pérdidas.

"Nosotros estábamos vendiendo carne de primera a 38 bolivianos el kilo, pero con este aumento tendríamos que venderla a 45 para sacar alguna ganancia", comentó Alvarado.

Según él, los frialeros no pueden seguir absorbiendo las subidas de precio sin trasladarlas al consumidor final, lo cual afecta directamente al bolsillo de la población. "Nosotros pagamos todo, y no podemos vender sin ganar ni un centavo", añadió, justificando la participación de su sector en el paro.

Alvarado explicó que, aunque han mantenido reuniones con autoridades, ganaderos y representantes de la Defensoría del Consumidor, no han logrado una solución. Los comercializadores, a quienes se responsabiliza por el incremento del precio del "kilo gancho", no se han presentado en su mayoría a las reuniones, lo que ha dificultado alcanzar un acuerdo.