inco personas, tres varones y dos mujeres, que fueron secuestradas la semana pasada por pobladores de la comunidad de Pucamayo, en Cochabamba, fueron asesinadas, confirmaron este martes el Gobierno y la Policía.
Un hombre que se dedica al servicio de taxi habría llevado a un pasajero hasta la comunidad de Pucamayo; sin embargo, al llegar al lugar y por razones que se desconocen, fueron retenidos por los pobladores.
Poco después, el taxista se comunicó con su esposa y le pidió que consiga la suma de 27 mil bolivianos y lleve el dinero hasta el lugar, ya que los comunarios exigían ese monto para liberar a ambas personas.
Tras reunir el monto de dinero, la esposa del secuestrado, junto a su cuñada y otro hombre, acudieron a la comunidad de Pucamayo, pero terminaron perdiendo la comunicación con sus familiares en Cochabamba.
Sus allegados denunciaron que todos habían quedado retenidos por los pobladores del lugar, por lo que pedían que la Policía intervenga y los ayude.
Un contingente policial partió temprano este martes a esa zona para intervenir y buscar a las víctimas de las cuales no sabía de su paradero desde hace más de una semana.
Sin embargo, las acciones de búsqueda se encontraron con que las cinco personas secuestradas, tres varones y dos mujeres, ya no se encontraban con vida.
El locuaz viceministro de Régimen Interior, Johnny Aguilera, explicó en una conferencia de prensa que el motivo del múltiple asesinato se debió al intento de compra-venta de armamento militar para proteger actividades ilícitas en el departamento de Cochabamba.
Añadió que se capturó a un grupo de comunarios y se ordenó el desentierro de los cadáveres de las víctimas para establecer cómo perdieron la vida el mismo día en que llegaron a la comunidad de Pucamayo.