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ada 24 de septiembre el Gobierno Municipal y la Gobernación compiten para realizar el acto más fastuoso, costoso y espectacular de celebración de la gesta libertaria que lideraron Cañoto, Warnes y otros. En esos actos hay condecoraciones para todos los gustos y personalidades, aplausos, mucho vino, saladitos muy sabrosos, mocochinchi, selfies, hermosos modelos —hombres y mujeres— que sonríen al que asiste y mucha conversa recordando o añorando lo ocurrido hace 300, 200. 100 años atrás con la otra Santa cruz y añorándola. ¡Qué tiempos aquellos!

Y desde el otro lado, el empresarial, también festejan a lo grande al motor de la economía nacional, el modelo cruceño, cristalizado en una feria de vanidades, a la que asisten miles de personas a observar autos, motos, bellezas, ropas, alimentos, bebidas, animales, tecnologías, manufacturas y tantos productos que se fabrican en esta importante región de la Bolivia plurinacional. “Santa Cruz es motor de crecimiento económico y desarrollo del país, en momentos de incertidumbre, donde la prioridad es salir adelante, el movimiento es un imperativo, por lo tanto, las alianzas con quienes generan esta propulsión son claves para pensar en el futuro de Bolivia”, señala Jean Pierre Antelo D. en un artículo publicado por El Deber (24-09-2024).

En los discursos de circunstancias sacan a relucir la fuerza, el empuje, la solidaridad, la valentía del cruceño para afrontar las dificultades y llegar hasta donde hoy se ha llegado. Pero no mencionan o de pasada lo hacen lo que le falta a Santa Cruz de la Sierra, a sus élites dirigenciales, clase política y la misma ciudadanía: la vocación por el poder, el afán de cultivar el ejercicio de la política, el hambre del poder político.

“Que asuman la gran responsabilidad de guiar a Bolivia fuera de la crisis en la que se encuentra. Y en esta misión, Santa Cruz tiene un papel fundamental que jugar. Nuestro departamento, como siempre, será un faro de esperanza y ejemplo para todo el país”, precisó el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Antonio Talamás.

A 214 años del grito libertario de Santa Cruz, sigue ausente el grito por el poder, pero no solo eso, sino el de alimentarlo, procesarlo, discutirlo, ampliarlo y socializarlo para lograr empoderar al pueblo y despertarle las ansías de liderar políticamente a nivel de generar movimientos e ideologías desde Santa Cruz para comprender y hacer otra Bolivia, y además para asumir los más importantes cargos de una nación, como presidente, vicepresidente. Pensar, hacer gestión gubernamental desde Santa Cruz hacia Bolivia.

Y aprovechando la polarización un grupo a quienes la prensa los llama líderes cruceños, hicieron conocer un manifiesto, pidiendo unidad política para concretar la candidatura única rumbo a las elecciones de agosto del 2025, pero en el que no se habla de ningún proyecto político. “Como siempre lo hicimos los cruceños, sin distinción ideológica ni militancia partidaria, deponiendo odios o rencores, dejando de lado rencillas personales, ambiciones de grupos, o instrucciones de sectas o grupos de poder”. Como único objetivo es señalado enfáticamente la necesidad de un compromiso colectivo “para salvar a Bolivia tras analizar y contribuir a la resolución de los problemas que actualmente amenazan al país en su conjunto”, precisa el documento firmado por Costas, Calvo, Zambrana, Antelo, Justiniano y otros, pero que se notó la ausencia del rector de la UAGRM, Vicente Cuéllar, que emergió para ir concretando un proyecto político cruceño. Pero ya lo están ninguneando.

Impulsado por una declaración de Manfred Reyes, alcalde de Cochabamba y que se prepara para ser candidato presidencial, el jefe nacional de UCS, Johnny Fernández, le salió a la defensiva, señalando: "Santa Cruz no está buscando pegas ni puestos de ministros. Vamos a ser protagonistas y elegir a nuestros propios líderes que representen la unidad entre oriente y occidente". Recordemos que Fernández ejerce ese “liderazgo político” por accidente y durante su trayectoria estuvo marcado por escándalos, recordándole siempre por su lapidaria frase: “Saquen algo, roben pero no mucho”.

Como podrá observar mi estimado amigo son reacciones circunstanciales, calientes, pero que carecen de elementos necesarios e imprescindibles del discurso político, de la construcción de un proyecto ideológico que implique la toma del poder y gobernar este país desde Santa Cruz, entendiendo esta premisa hubo esfuerzos hacia ese gran objetivo, pero fueron las propias clases dirigenciales que abortaron las semillas de la rebelión cruceña: la lucha de Andrés Ibáñez por instituir una sociedad igualitaria, a quien el abogado Carlos Hugo Molina lo llamó “el caudillo del siglo XXI”.

“Me pregunto ¿cuál es el alcance del pensamiento ibañista? La propuesta de construir un Estado federal era instrumental a una idea de carácter filosófico que se expresaba en las relaciones políticas sociales, económicas del conjunto de la sociedad”, analiza Roberto Barbery. Ibáñez fue fusilado sin piedad y las clases pudientes cruceñas festejaron a lo grande.

El otro gran intento fue el movimiento de la Nación Camba, cuyo teórico el arquitecto Sergio Antelo, fue marginado en vida y en muerto le hicieron un homenaje póstumo. ¡Tamaña hipocresía! “La denominada Nación Camba es una nación plebiscitaria, ya que, conforme la tesis de Renán, esta se halla sometida a un plebiscito diario, que construye una identidad histórica y cultural constantemente renovada que ya ha superado su fase precapitalista y endogámica, para construir una identidad propia-pero universal, conformada por los que aquí nacen como por sus ciudadanos de adhesión y cuando hablamos de ciudadanos de adhesión hablamos de ciudadanos asimilados y comprometidos con nuestro destino nacional”, explica Antelo en su propuesta revoltosa “Los cruceños y su derecho de libre determinación”. Las logias y las clases políticas cruceñas hicieron abortar este provocador proyecto. Vieron una amenaza en camino.

Consultamos a dos importantes estudiosos de la política y de los devaneos del poder: ¿Por qué la élite cruceña no tiene hambre de poder y existe o no un proyecto político de Santa Cruz?

Gustavo Pedraza, consultor internacional y excandidato a la Vicepresidencia nos dijo: “Porque el poder político del Estado central trae conflicto, al Estado se lo usa, no es necesario hacerse cargo de él; se trabaja mejor y se hace platita mejor con menos conflictos; eso sí, hay que controlar el territorio en el departamento, desde el nivel subnacional”.

Daniel Valverde, docente universitario y articulista, precisó que: “Es una élite que juega a lo local y sus miradas son conservadoras tradicionales. Necesita democratizarse y reconocer que Santa Cruz es diversa. Cuando ocurra eso, marchará hacia el poder”.

Así está Santa Cruz en sus 214 años de la gesta libertaria sin aspirar ir más allá de la historia, sin hambre poder, sin liderazgos que rompan estructuras, sin discursos hegemónicos que marquen la ruta a seguir, sin proyecto político para la toma del poder por la vía de la democracia, sin la ambición de despegar políticamente. Aunque se alegran de que “Santa Cruz es el motor de la economía, que el modelo cruceño es exitoso”, pero los caudillos y líderes políticos del Occidente, no querrán competencia alguna. Por ello, Reyes Villa lo dijo sin ningún empacho: Quiero para la Vicepresidencia a una mujer colla y algunos ministros cruceños.

Santa Cruz, en sus 214 años de lucha, no despierta el hambre de poder de las élites y dirigencias. Está feliz y cómoda con "el exitoso modelo cruceño”, y después se quejan de que el Gobierno los margina, los ignora y no les da lo que plantean.

“Rendían cumplido culto a Momo como a Jesucristo. Los hombres de la aristocracia, por edades, profesiones o militancia política, formaban comparsas en los carnavales. Con sendas uniformes multicolores, recorrían las calles de la ciudad seguidos con una banda de música y llegaban alas casas de recepción”, nos relata Oscar Barbery Justiniano, en su imprescindible libro “Yo, un boliviano cualquiera”.

De yapa, el alcalde posesionó oficialmente a la “Reina del Carnaval” en el acto protocolar de los 214 años de historia del grito libertario, arrastrando los vestigios de la colonia española y el Carnaval será la prioridad en los siguientes meses.

¡Viva Santa Cruz, con libertad, justicia, dignidad y transformaciones…!

Hernán Cabrera Maraz es periodista y filósofo.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.