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os pandinos saben que la Amazonía es la base para cualquier propuesta de desarrollo; los que nacieron ahí, y los que siguen llegando, aprendieron que actuar contra la naturaleza genera confrontación, ruptura y consecuencias pues más allá de los entusiasmos o consignas, no se puede sembrar o desforestar irresponsablemente; sumado a ello, existen inflexibilidades ambientales que se expresan en el monte lujurioso, lleno de vegetación y vida, y la generosidad del agua que se mueve por los ríos y acompaña al calor y la humedad. Quien no entienda estas variables, no estará viviendo en Pando.

Los datos sobre la Amazonía boliviana los encontramos en cualquier buscador. Bolivia está entre los 15 países con mayor biodiversidad del mundo y alberga alrededor del 40% de la diversidad biológica del planeta; es uno de los países con mayor diversidad por tener 12 ecorregiones; el bioma amazónico representa más de la mitad del bosque húmedo tropical del planeta y es la mayor floresta tropical del mundo; la región representa entre 4 y 6% de la superficie total de la Tierra y entre 25 y 40% de la superficie de América. La Amazonia boliviana constituye el 43% del territorio nacional abarcando los departamentos de Pando, Beni, Cochabamba, Santa Cruz y La Paz, con un total de 88 municipios; vista desde el satélite, es una isla verde de aproximadamente 70,000 km2. 

En lo cultural, Pando tiene un crecimiento demográfico acelerado producto de la migración y una relación fronteriza con el Brasil, que Bolivia no entiende correctamente.

El 100% del territorio tiene vocación forestal y con la actualización del PLUS, se pretende enfrentar la presión de actividades que no responden a su vocación productiva. A la actividad tradicional, (castaña, asaí, cacao, copoazú), la producción maderera, ganadera y de las barracas, se suma la explotación del oro, rotundamente nociva para el medio ambiente y que no tiene control estatal. La presión sobre los recursos naturales causada por la migración, la expansión de la frontera agropecuaria y la apertura de caminos no planificados, está generando una deforestación preocupante.

Los pandinos plantean que al cambio climático mundial, debe sumársele ciudadanía, servicios públicos y economía; en el diálogo, dejan en ridículo al gobierno central por los prejuicios que tiene sobre el territorio y el desconocimiento de lo que necesitan en justicia, las personas que viven en frontera; el centralismo, cuando llega sudoroso, desconoce que los amazónicos están construyendo una narrativa en la que integran bonos de carbono, indígenas, productores, migración, diálogo, defensa histórica de la soberanía, y hoy, por convicción, hacen patria desde ahí, a 1.090 km de distancia de la Casa del Pueblo, con una diferencia de 3.640 msnm y 40º grados de sensación térmica.

El departamento ha sido estudiado desde su creación en 1938 por el Comité de OO.PP. y la Corporación Regional de Desarrollo, el Informe de Desarrollo Humano en el norte amazónico boliviano del PNUD, el 2003, y en el primer Plan de Desarrollo Departamental articulado al PGDES 2007, durante la prefectura de Leopoldo Fernández y coordinado con el Ministerio de Planificación de la época; en la actualidad, el Diagnóstico territorial integral, PLUS Pando apoyado por el BID y Conservación Internacional, el Gran Paisaje de conservación del Norte Amazónico que alienta la Fundación NATIVA; “Cobija, ciudad intermedia” investigada por el CEPAD; la Agenda Urbana para Cobija, elaborada por ONU Hábitat; FAUTAPO, en la protección del medio ambiente, adaptación y mitigación del cambio climático, y su aliento a la producción de café; las investigaciones de Acción Social Beni con su publicación “Generando Riqueza”, y el trabajo de las tres universidades locales, están proponiendo la visión de un territorio con vocación universal.

Ha aparecido, unido al desarrollo, el turismo sostenible como instrumento para producir excedente económico y simbólico, alcanzar cohesión social y fortalecer el diálogo entre los habitantes. Esta fórmula, Amazonía, desarrollo y turismo, está generando compromisos en la sociedad, autoridades, empresarios y comunidades pues en el momento de mayor crisis económica pública, la Gobernación, el Gobierno Municipal de Cobija, los alcaldes del departamento y la sociedad civil, han concurrido al “Diálogo de Pando por el Desarrollo”, organizado en Cobija por la Gobernación y Conservación Internacional, el 21 al 23 de agosto. Simultáneamente a las acciones públicas, existen emprendimientos privados como la “Pascana Etsawa Teje”, Centro de Interpretación Amazónica que incorpora historia, naturaleza y desarrollo con la gente, y demanda la articulación pública/privada que se necesita.

Bolivia/Pando están en un momento que deben aplicar inteligencia y acuerdos para consolidar la narrativa, que, al ser Amazónica, tiene que integrar Pando, Beni y La Paz, con el Perú y Brasil. El reto es complejo y provocador.

Carlos Hugo Molina es abogado e investigador.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.