na vez más la pantomima. Una vez más el consabido “diálogo” con el Gobierno. Una vez más los empresarios mansitos bailando el son que les tocan y una vez más, por supuesto, la firma de un acuerdo que no soluciona absolutamente nada. Una vez más la vergüenza.
El primer culpable es el Gobierno. Ellos son los que arman el show sabiendo que su único interés es ganar tiempo y mostrarse magnánimos ante el país. Lo han hecho mil veces y ya sabemos que no tienen la más mínima intención de resolver nada. Los segundos culpables son los empresarios que no se enteran y siguen cayendo en la trampa. Al régimen podrido ya no se le puede exigir nada, a los empresarios sí. Es a nuestras élites económicas a las que se les debe exigir dignidad, liderazgo responsable y la denuncia constante al tramposo en lugar de seguir jugando su juego.
Hubo una valiosísima excepción: CAINCO. Escaldados por los resultados del famoso acuerdo de los diez puntos de febrero de este año (Jean Pierre Antelo, su presidente, había aceptado en un comunicado que solo los habían utilizado para la foto), CAINCO decidió no atender la invitación del Gobierno a este nuevo encuentro y bien que lo hizo. Nadie debería sentarse a dialogar con quien causó el problema y no quiere reconocerlo. Los demás empresarios lo hicieron y compraron humo.
Porque eso son los 17 puntos, humo.
1. Se coincidió en que el financiamiento externo es importante para introducir divisas en la economía nacional y, por ello, es necesaria la aprobación de los créditos pendientes en la Asamblea Legislativa, y, para tal efecto, el sector empresarial privado realizará las gestiones necesarias ante las instancias pertinentes.
¿Créditos? ¿Esa es su gran solución para captar dólares? ¿Más deuda? ¿Cómo se puede firmar un documento de solución a la crisis que no menciona el problema central de la crisis: el excesivo gasto fiscal? Volvamos un poco atrás, ¿por qué nos quedamos sin dólares? Porque el Gobierno utilizó préstamos del Banco Central para cubrir sus crónicos déficits fiscales (11 años consecutivos de los mismos a un ritmo del 8% del PIB). Para prestarle al Gobierno, el Banco Central emitía bolivianos a contraparte de reservas y así fue como dilapidamos el 90% de las mismas. ¿Cuál es entonces la verdadera solución? Reducir el gasto y cerrar los déficits fiscales. Para eso se debe privatizar o eliminar las empresas públicas, reducir la burocracia estatal, eliminar el subsidio a los hidrocarburos, etc. ¿Difícil? Claro que sí, pero ese es el meollo del asunto. Pedir más deuda es simplemente patear el problema hacia adelante y hacerlo aún más difícil de solucionar.
2. Se acordó gestionar nuevos financiamientos externos ante organismos internacionales que permitan la llegada de divisas a nuestra economía, para lo cual se trabajará de manera conjunta en las tareas que permitan lograr este objetivo.
Otra vez, ¿gestionar más deuda? ¿Será el sector privado el que haga “gestiones” para conseguirla? ¿Cómo? ¿Poniéndose de garantes? Los empresarios fueron irresponsables firmando esto, pero definitivamente no son suicidas. ¿Quién garantiza al gobierno con mayor riesgo país de la región después de Venezuela?
3. Se atenderá la demanda de dólares a través del sistema financiero en la medida en que se vayan cumpliendo los puntos anteriores relacionados a los créditos pendientes de aprobación y a la gestión de nuevos financiamientos externos.
Esto ya es una sinvergüenzura. El Gobierno dice que atenderá la demanda de dólares sólo en la medida en que se genere más deuda. Nada de reducción de gasto, nada de responsabilidad fiscal. Nada de mea culpa. La solución no está en cambiar las malas prácticas del gobierno, sino en las caritativas arcas de los organismos internacionales.
4. Respecto a la importación directa de combustibles líquidos por parte del sector empresarial privado, el Gobierno ratificó que esta vía está permitida en la normativa actual y se acordó seguir avanzando en la simplificación de los trámites para importación directa orientada al consumo propio. Para ello, se determinó una reunión el lunes 19 de agosto a la cabeza del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
Esta es la confesión de que la importación directa de combustibles nunca estuvo realmente permitida. Los trámites para hacerlo lo hacían casi imposible. Si existe la voluntad real de que esto sea así, ¿por qué no se eliminan esos trámites de una sola vez y sin más reuniones? Si existe la voluntad real de que lleguen combustibles, ¿por qué no permitir su importación libre de impuestos?
5. El Gobierno ratificó su compromiso de continuar y fortalecer la lucha contra el contrabando y la corrupción que genera esta actividad ilícita.
Este punto devela el interés de los empresarios funcionales de firmar este tipo de acuerdos. El contrabando es su competencia y ellos no quieren competir. Los empresarios serios deberían pedir la liberación total de aranceles para que las familias (y ellos mismos) no paguen más por productos importados, y a la vez pedir la eliminación de impuestos, trabas burocráticas, cupos y controles de precios para ellos. En otras palabras, los empresarios deberían pedir que les mejoren las posibilidades de competir, no que eliminen su competencia.
6. Se acordó impulsar las exportaciones con valor agregado en base a un plan de mediano plazo que garantice el abastecimiento del mercado interno y el aumento de las exportaciones, permitiendo el incremento de las divisas que ingresan a la economía boliviana, estableciendo procedimientos más ágiles en los trámites de exportación.
¿Será posible? ¿Cómo puede ser que los empresarios acepten que el Gobierno les diga donde deben vender? ¿Qué otra cosa significa “abastecer el mercado interno”? ¿No consideran acaso inmoral que los políticos les digan que no pueden vender el 100% de su producción afuera si ahí es donde consiguen mejores condiciones? ¿Por qué deben “abastecer el mercado interno” si ganan más vendiendo afuera? Y otra vez lo de agilizar trámites... ¿No habían quedado en eso en el anterior acuerdo de diez puntos?
7. Con el fin de fomentar las inversiones y exportaciones, se creará la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones del Estado Plurinacional de Bolivia; asimismo, se reglamentará la Ley de Inversiones y se creará la Ventanilla Única de Comercio Exterior-UC Bolivia, para reducir tiempo y costos de los trámites de exportación.
Humo. ¿Más burocracia? ¿Más agencias estatales? ¿Más empleados públicos? La única “promoción” que los exportadores necesitan es que el Gobierno se aparte y los deje hacer lo que necesitan hacer. Punto.
8. Se consensuó la puesta en marcha de un programa de financiamiento a exportadores de Bs 2.500 millones para capital de operaciones sujeto a contratos de exportación.
Humo. Los exportadores no necesitan plata, necesitan que los dejen vender donde quieren vender y les pongan menos trabas. ¿De dónde sacará, además, el gobierno Bs 2.500 millones? Esto es como decirles a los exportadores “te doy una yapa en bolivianos si traes tus dólares y te los cambio al tipo de cambio oficial.” Esto no convence a nadie.
9.Se trabajará en una comisión técnica para analizar la reducción selectiva y de carácter temporal de los aranceles para fomentar la industria y producción nacional con valor agregado.
Humo. Eliminen todos los aranceles y punto. No más “comisiones técnicas” por amor de Dios.
10. Se fomentará la inversión en la generación de energías alternativas y amigables con el medio ambiente para reducir el uso de gas natural en la generación de energía eléctrica y con el objetivo de su exportación a países vecinos.
Más humo. Más retórica. ¿En qué consistirá ese fomento? ¿Por qué no se eliminan impuestos y trabas y el gobierno deja que sean los empresarios los que decidan si esas energías alternativas rinden o no?
11. Con el fin de fomentar e incrementar las inversiones en el sector de hidrocarburos, el ministerio del área viene trabajando en un proyecto de ley que permitirá promover la exploración y explotación en el sector privado, así como mejorar la ejecución de los recursos del Fondo de Promoción a la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera. Este trabajo se impulsará de manera conjunta con el sector empresarial privado; para ello, el sector privado realizará las gestiones necesarias ante las instancias correspondientes para la aprobación de esta ley.
Esto sería bueno si fuera creíble. Pero no es creíble porque deberá ser el sector privado el que realice las “gestiones” para la aprobación de la ley. ¿Qué voluntad política existe entonces para aplicar soluciones? ¿Por qué pedirle al que se ahoga que haga “gestiones” para que le tiren un salvavidas? Aprueben la ley y punto.
12. El sector empresarial valora la aprobación del Decreto Supremo 5197, que promueve la producción de biodiésel por parte del sector privado a través de un esquema de incentivos tributarios para la importación de bienes de capital con gravamen arancelario cero e IVA e importación cero.
Esto representa un porcentaje minúsculo del total de diésel requerido. La idea es buena, pero no resolverá el problema fundamental. Y el problema fundamental es que el Gobierno no tiene dólares para pagar por la importación de diésel.
13. Se acordó fortalecer el plan de industrialización con sustitución de importaciones y el empresariado privado identificará sectores productivos potenciales a ser desarrollados.
Humo. La sustitución de importaciones es un plan antiquísimo que nunca funcionó y generó una crisis masiva en la región. Esto sólo llevará a corrupción y amarres entre políticos y empresarios por decidir qué sectores serán los favorecidos.
14. Respecto a la biotecnología, se definió que este punto será trabajado el sábado 17 de agosto en el Gabinete Agropecuario que se sostendrá en Santa Cruz, de manera conjunta con la CAO y Confeagro.
Más reuniones para algo que no merece más discusión. El Gobierno tendría que dar vía libre y completa a la biotecnología sin mayores trámites.
15. Se conformará el Gabinete de Turismo entre el sector privado y el Gobierno Nacional para impulsar el desarrollo del sector.
Humo. Más influencia estatal. ¿Gabinete de Turismo? ¿Por qué no reducir impuestos, hacer más fácil la otorgación de visas y dejar que sea el sector privado el que proyecte y mueva el negocio? Entiéndase, mientras menos se meta el Gobierno, mejor.
16. El Gobierno y el empresariado boliviano se comprometen a impulsar el Hecho en Bolivia, Consume lo Nuestro y Emplea a los nuestros.
Más proteccionismo. Con esto, políticos y empresarios se comprometen a cortar la competencia extranjera. Esto significa menos productos, menos calidad y mayores precios para los consumidores.
- El Gobierno y el empresariado privado convinieron realizar reuniones permanentes hasta lograr los resultados acordados. Los avances serán informados en el segundo Diálogo por la Economía y la Producción en septiembre de este año.
Más reuniones. Más pérdida de tiempo. Más pérdida de la dignidad del empresario y del pueblo boliviano mientras el Gobierno gana tiempo.
Antonio Saravia es economista y político.
El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.