
as identidades de los 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación del vuelo comercial de la aerolínea American Airlines que chocó contra un helicóptero del Ejército de Estados Unidos, el pasado miércoles por la noche, empiezan a emerger después de que las autoridades revelaran que no había sobrevivientes en la tragedia que afectó a Washington DC.
Entre las decenas de víctimas, se presume que habían 14 patinadores artísticos adolescentes provenientes de la ciudad de Boston, sus madres, entrenadores y dos ex campeones mundiales nacidos en Rusia. Las víctimas del helicóptero son tres militares, totalizando 67 muertos en el accidente aéreo.
Además de estos nombres, medios locales conocieron la identidad de los dos pilotos que se encontraban conduciendo la aeronave, la cual había despegado de Wichita, Kansas, y estaba en proceso de aterrizaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington cuando colisionó con un helicóptero militar UH-60 Black Hawk, informó el diario El Tiempo de Bogotá.

El piloto era de ascendencia latina
The New York Times difundió los nombres de ambos hombres a cargo del vuelo 5342 de American Airlines y los reconoció como el capitán, Jonathan J. Campos, de 34 años y el copiloto, Sam Lilley, de 28.
De acuerdo con la información recolectada por el diario estadounidense, ambos habían estado volando durante varios años.
La cadena Telemundo logró confirmar que el capitán Jonathan Campos tenía ascendencia latina, más específicamente de la isla del caribe Puerto Rico, en donde había vivido durante 10 años de su vida.
Se destacó que el padre de Campos era originario del país de Centroamérica y que el piloto, por otro lado, había nacido en Brooklyn, Nueva York, donde pasó parte de su adolescencia e infancia.
Tras volver a Estados Unidos, según el diario local The Daytona Beach News-Journal, Campos se mudó al estado de Florida. Allí estudió Ciencia Aeronáutica en la Universidad Aeronáutica de Embry-Riddle, donde se graduó en 2015, y recibió su licencia de piloto en Epic Flight Academy en New Smyrna Beach.
Beverly Lane, tía del capitán del vuelo, habló con The New York Times y aseguró que el hombre tenía planeado ir en un crucero y visitar su país de ascendencia en el mes de febrero junto con su familia.
Según Lane, su sobrino, que trabajó para PSA Airlines durante ocho años, había querido estar en el aire desde que tenía 3 años. "Creo que quería ser libre y poder volar y elevarse como un pájaro", resaltó y agregó que su trabajo le permitía viajar desde su base en Florida y "experimentar cosas nuevas".
Uno de los amigos más cercanos de Campos, Nicolás Shaw, de 33 años y también compañero piloto, se pronunció sobre el siniestro y dijo que cuando se enteró que el avión que se estrelló el miércoles había salido de Wichita, donde estaba el joven la noche anterior: “Se me cayó el alma a los pies”.
De acuerdo con el medio antes citado, ambos habían hablado horas antes y el capitán le había comentado que tenía un vuelo programado que incluía una escala en Kansas.
Tras no escuchar noticias de su parte y con la novedad del accidente encima, Shaw le mandó a su amigo el mismo mensaje que se mandaban cuando no sabían uno del otro durante un tiempo: "¿Estás vivo?". Sin embargo, esta vez no hubo respuesta.
Como copiloto iba Sam Lilley, primer oficial, que según sus familiares estaba a meses de ser ascendido a capitán y acababa de comprometerse.